Al menos cinco personas han muerto y más de dos docenas han resultado heridas, entre ellas una mujer embarazada, en los continuos ataques rusos en la región de Kiev la madrugada del viernes, según informó el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, en una publicación en Telegram.
El alcalde añadió que algunas secciones de ciertas redes de calefacción de la región resultaron dañadas por el ataque y que algunos edificios se quedaron sin suministro de calefacción.
La Administración Estatal de la Ciudad de Kiev informó en una publicación en Telegram que al menos 15 edificios han resultado dañados en los ataques hasta el momento en Kiev.
Funcionarios ucranianos informaron que se lanzaron 430 drones y 18 misiles mientras los escombros del ataque caían sobre Kiev.
Mientras tanto, a principios de esta semana, las fuerzas ucranianas se vieron obligadas a retirarse de varias posiciones en la región de Zaporizhzhia, en el frente sureste, debido a los intensos ataques rusos, según un portavoz del ejército.
Las fuerzas rusas han lanzado más de 400 ataques de artillería al día y las tropas ucranianas se han enfrentado a la destrucción de fortificaciones defensivas, según declaró a ABC News el portavoz de las Fuerzas de Defensa del Sur, Vladyslav Voloshyn.
Según Voloshyn, la retirada afectó a las zonas alrededor de Novouspenivske, Nove, Okhotnyche, Uspenivka y Novomykolaivka.
«La situación allí sigue siendo difícil, en parte debido a las condiciones climáticas que favorecen los ataques. Pero continuamos destruyendo al ocupante, y agradezco a cada una de nuestras unidades, a cada guerrero involucrado en la defensa de las posiciones de Ucrania», dijo el martes el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy.
Ucrania también se enfrenta a la posible caída de Pokrovsk —una ciudad que albergaba a unos 60.000 habitantes en el momento de la invasión rusa a gran escala en 2022— a manos de Rusia tras 18 meses de guerra de desgaste. Esta podría ser una de las derrotas más graves de la guerra para Ucrania.