El eonbuk Hyundai Motors tenía listas sus pancartas de «La Décima» el segundo fin de semana de noviembre para celebrar con estilo el décimo título surcoreano ganado por el entrenador Gus Poyet. Sin embargo, su partido contra el Daejeon Hana resultó ser el más polémico y divisivo de la temporada. El Jeonbuk ganaba 2-1 cuando, en el tiempo añadido, el árbitro Kim Woo-seong no pitó penalti por mano, para disgusto de Mauricio Taricco, el número dos de Poyet.
Incluso cuando el árbitro asistente de video intervino y Kim señaló el punto de penalti, el ex lateral del Tottenham siguió quejándose, hasta el punto de que le mostraron una segunda tarjeta amarilla minutos después de la primera. El argentino se llevó los dedos índices a la comisura de cada ojo. Kim interpretó el gesto como racista y denunció al jugador de 52 años ante el comité disciplinario de la K-League.
Coincidió con el árbitro. «En el video del incidente, se ve al entrenador Mauricio Taricco colocando su dedo índice en el centro del ojo y luego llevándolo hacia el borde, entrecerrándolo», declaró el comité. «La acción del entrenador fue idéntica al llamado gesto de ojo rasgado que se usa para ridiculizar a las personas de ascendencia asiática, y fue suficiente para insultar a la otra persona».
Este gesto se considera universalmente una burla a la apariencia de cierto grupo étnico. Coincide con el gesto que la FIFA ha sancionado en numerosas ocasiones.
Mauricio Taricco y Gus Poyet
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Mauricio Taricco (izquierda) ha sido entrenador asistente durante mucho tiempo, trabajando junto a Gus Poyet, visto aquí en 2018 en Burdeos. Fotografía: Manuel Blondeau/Icon Sport/Getty Images
En 2017, Edwin Cardona jugaba con Colombia en un amistoso a las afueras de Seúl e hizo un gesto hacia los jugadores de Corea del Sur. «Quiero decir que no soy una persona agresiva», dijo. «Lamento que algo ocurrido durante el partido se haya malinterpretado».
Las acciones de Cardona fueron condenadas por los medios de comunicación coreanos y el capitán del equipo, Ki Sung-yueng. «Los colombianos fueron muy agresivos, algo que puede ocurrir en el fútbol», declaró Ki. «Sin embargo, el comportamiento racista es inaceptable».
Cardona fue sancionado con cinco partidos de suspensión. Esto se produjo tras un incidente ocurrido ese mismo año en el Mundial Sub-20 de Corea del Sur. Federico Valverde marcó para Uruguay contra el país anfitrión y se tapó los ojos con los dedos.
La FIFA solicitó una explicación y el jugador insistió en que era un asunto privado. «Me han dicho que esto ha molestado a mucha gente, y pido disculpas si lo consideraron así… Nunca lo habría hecho con esa intención». Escapó del castigo.
Taricco, quien también jugó en el Ipswich, el West Ham y el Brighton antes de seguir a Poyet en su periplo como entrenador, no lo ha hecho. Se le impuso una sanción de cinco partidos y una multa de 20 millones de wones coreanos (10.300 libras esterlinas).
Edwin Cardona contra Corea en 2017
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Edwin Cardona fue suspendido cinco partidos por la FIFA por realizar un gesto racista mientras jugaba contra Corea del Sur en 2017. Fotografía: AFP/Getty Images
Ha negado cualquier intención racista, afirmando que su gesto fue futbolístico. «Simplemente me tapé los ojos para enfatizar que el árbitro debería haber visto directamente la falta», declaró. «El contexto de la situación, así como la expresión cultural y el significado que he intentado explicar constantemente, han sido ignorados. Con un simple malentendido, las supuestas autoridades me han tildado de racista».
El Jeonbuk ha afirmado que Taricco ha experimentado una angustia mental desde la sentencia, hasta el punto de que deberá marcharse al final de la temporada, que para el Jeonbuk es la final de la Copa FA del sábado. «Sería irrazonable considerar [el comportamiento de Taricco] como una intención de discriminación racial», declaró el club.
“El club espera que se emita un juicio más objetivo y equilibrado a través del proceso de apelación y hará todo lo posible hasta el final para que el entrenador Tano [Taricco] pueda salir rápidamente de esta situación deshonrosa y su recuerdo de la K League y el fútbol coreano no permanezca como un dolor amargo”.
El lunes, la K League rechazó la apelación y confirmó el castigo, afirmando que no podía encontrar problemas en la actuación del comité disciplinario ni nuevos hechos que respaldaran el caso de Taricco.
