Sello y la necesidad de pertenecer
Cuando el sociólogo Erving Goffman publicó su libro “Estigma, identidad deteriorada” en la década de 1960, fue innovador cómo se introdujo este concepto en las ciencias sociales. Fue la primera vez que examinamos cómo se construyen socialmente los sellos, a partir de las desviaciones sociales de la norma que algunos sujetos viven en sociedad.
El sello se aplicó, por ejemplo, a judíos criminales de la época griega antigua, marcados con números en la piel dentro de los campos de concentración. Sin embargo, el concepto de estigmatización en el estudio de Goffman también describe ciertas condiciones que se consideran socialmente “desviadas”, es decir, lejos de la norma social. Se estigmatizan todas las circunstancias que significan algo que se desvía de una norma social. El sello social incide en la identidad de las personas que lo viven y la forma en que interactúan en la sociedad.
En estos tiempos de crisis, los sellos sociales parecen estar aumentando para dividir a las comunidades. Los sellos sociales de hoy son muy diferentes a los que históricamente han marcado a la humanidad: racismo, clasicismo y otros. Ahora, los sellos sociales pueden ir desde la obesidad, buscar de cierta manera, no comer o hacer ejercicio de alguna otra manera. Al inicio de la pandemia, incluso recibir Covid-19 se percibía como un estigma social en ciertos círculos. Mucha gente quería no decir infectada por miedo a la estigmatización. Una vez que la pandemia ha progresado y ese covid es algo que no ha caído en “normal” sino en “común”, se borró el sello.
Sin embargo, lo que es interesante es la forma en que Goffman abordó su investigación de que el sello se adhiere a la percepción de la gente de su propia identidad. Aquí surge la clásica premisa de que todos queremos pertenecer porque, sobre todo, somos seres altamente sociales (independientemente de nuestras cualidades psicológicas que tienden a ser introvertidas o extraversas). Por tanto, la etiqueta se percibe negativamente y se sufre. Por ejemplo, la percepción que tienen las personas obesas de su propia identidad puede verse significativamente afectada por la forma en que esto constituye el estigma social.
Cambiar la representación social – en otras palabras, una idea, opinión o percepción compartida por un grupo de personas – es extremadamente difícil, por lo que la estigmatización es muy difícil de combatir. Algunos de los conceptos sociológicos a los que es útil recordar un concepto en estos días son el hecho de que todas las personas, sin saberlo, quieren pertenecer. Algunos psicólogos sociales han predicho que la forma en que nos cuidamos para la infección por Covid-19 afectará seriamente el comportamiento durante las vacaciones. Se ha sugerido que cuantas más medidas de seguridad e higiene tome el anfitrión, los demás miembros o participantes de la fiesta se esforzarán por hacerlo. Por el contrario, si alguien relaja el tratamiento, es muy probable que otros también lo hagan. La pandemia aún tiene mucho tiempo que pasar antes de que se pueda manejar, por lo que investigar el comportamiento de las masas ayudará a predecir en cierta medida la forma en que podremos aliviar o no las infecciones cuando terminen los festivales.
@lilianamtzlomel
Columnista de Alimentos y Sociedad
PUNTO Y CÓMO
Columnista de Alimentos y Sociedad. Gastronómico, atento y foodie. Es investigadora en sociología alimentaria, nutricionista. Es el presidente y fundador de Funalid: Food and Development Foundation.
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