Una serie de escándalos entre famosos renueva el debate sobre la «cultura de la cancelación» en Corea del Sur.

En cuestión de días, tres grandes nombres de la industria del entretenimiento de Corea del Sur han sido noticia por escándalos separados que podrían descarrilar sus carreras.

Las acusaciones que han involucrado a los comediantes Park Na-rae y Cho Sae-ho, así como al veterano actor Cho Jin-woong, son todas diferentes: van desde abuso en el lugar de trabajo hasta detención previa en la adolescencia y asociaciones con un miembro de una pandilla.

Pero los resultados han sido los mismos: han desaparecido de las pantallas de televisión donde habían logrado ascender hasta convertirse en nombres muy conocidos.

Los escándalos también han planteado preguntas sobre los estándares a los que se someten las figuras públicas de Corea del Sur, especialmente en la industria del entretenimiento.

¿De qué se tratan los escándalos?
Park Na-rae, una de las comediantes más exitosas del país, fue noticia la semana pasada cuando dos de sus ex managers presentaron denuncias penales alegando que los había abusado verbalmente y agredido físicamente.

La mujer de 40 años también les había obligado a realizar sus tareas personales, afirmaron.

Park ha negado estas acusaciones y demandó a los ex managers por chantaje, dijo su agencia durante el fin de semana.

Se la acusa por separado de recibir goteo intravenoso ilegalmente en su casa, lo que viola la ley médica local, informaron los medios locales, lo que provocó una investigación policial.

El lunes, Park Na-rae anunció en las redes sociales que había hablado con sus acusadores, pero que detendría todas las actividades de transmisión hasta que las cosas estuvieran «claramente resueltas».

«Como comediante cuyo trabajo es traer risas y alegría, no puedo seguir siendo una carga para mis programas y colegas», escribió en las redes sociales.

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