La esposa y el hijo del derrocado líder de Gabón fueron condenados a 20 años de cárcel en un juicio por corrupción que duró dos días.

Un tribunal de Gabón ha condenado a la ex primera dama y al hijo del depuesto presidente Ali Bongo a 20 años de cárcel tras un juicio de dos días.

El martes por la noche, Sylvia Bongo y Noureddin Bongo fueron declarados culpables de malversación y corrupción tras un juicio que comenzó el día anterior. No estuvieron presentes.

Ambos fueron multados con 100 millones de francos CFA (177.000 dólares; 135.000 libras esterlinas), y a Noureddin se le ordenó pagar 1,2 billones de francos CFA adicionales (2.100 millones de dólares; 1.600 millones de libras esterlinas) por los daños financieros sufridos por el Estado gabonés.

Fueron acusados ​​de aprovecharse de la condición de Ali Bongo tras sufrir un derrame cerebral en 2018 para gobernar Gabón en beneficio propio. Negaron los cargos antes del juicio, calificándolo de «farsa legal».

Ali Bongo fue derrocado en un golpe de Estado en agosto de 2023 liderado por Brice Oligui Nguema, quien desde entonces se deshizo de su uniforme militar y fue elegido presidente a principios de este año.

Tras la toma del poder por los militares, la esposa y el hijo de Bongo estuvieron detenidos en Gabón durante 20 meses antes de ser liberados en mayo y se les permitió salir del país rumbo a Londres por motivos médicos.

El expresidente no enfrenta ningún proceso judicial y también fue liberado del arresto domiciliario donde, según informes, había permanecido, aunque las autoridades gabonesas dijeron que era libre de moverse como deseara.

Por otra parte, la fiscalía suiza ha informado a la BBC de que se está llevando a cabo una investigación por blanqueo de dinero contra Sylvia Bongo.

No se proporcionaron más detalles.

La BBC ha autorizado a la Sra. Bongo a hacer comentarios.

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El fiscal estatal gabonés Eddy Minang declaró el lunes ante el tribunal que les «sorprendió» no ver a la ex primera dama y a su hijo en la sala al inicio del juicio.

Noureddin describió la condena como un «ejercicio de aprobación automática», diciendo que había sido «predeterminada en la oficina de [Oligui Nguema] hace mucho tiempo».

Dijo que era «decepcionante que se haya dictado una sentencia condenatoria sin la más mínima prueba».

Su condena resulta sorprendente debido a la inusual rapidez con que se tramitó el caso, que, según alegan, tuvo motivaciones políticas. Se esperaba que el juicio durara hasta el viernes.

El juicio contra los demás acusados ​​continuará. Nueve coacusados, antiguos aliados de los Bongos, estuvieron presentes en el tribunal al inicio del juicio, según informes.

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