Guardias de prisión despedidos por la filtración de correos electrónicos de Ghislaine Maxwell

Los guardias de la prisión de mínima seguridad donde Ghislaine Maxwell cumple el resto de su condena por tráfico sexual han sido despedidos por filtrar sus correos electrónicos.

La socialité británica fue trasladada en agosto a una prisión de menor seguridad cerca de Houston, Texas, tras cooperar con la investigación del gobierno de Trump sobre Jeffrey Epstein, el pedófilo convicto y su expareja.

Días después de trasladarse de Florida al campo penitenciario federal de Bryan, envió una serie de correos electrónicos a amigos y familiares elogiando la limpieza y la seguridad de las nuevas instalaciones, admitiendo que era “mucho más feliz” allí.

Los mensajes fueron difundidos a los medios de comunicación por los demócratas del comité judicial de la Cámara de Representantes después de que una informante de la prisión, donde cumple el resto de una condena de 20 años por captar niñas menores de edad para Epstein, los filtrara.

Leah Saffian, abogada de Maxwell, declaró el viernes que varios funcionarios de prisiones habían sido despedidos por “acceso indebido y no autorizado al sistema de correo electrónico utilizado por la Oficina Federal de Prisiones para permitir que los reclusos se comunicaran con el mundo exterior”.

“Ya se han aplicado las sanciones correspondientes a los empleados del Campamento Penitenciario Federal de Bryan”, añadió la Sra. Saffian. “Han sido despedidos por acceso indebido y no autorizado al sistema de correo electrónico utilizado por la Oficina Federal de Prisiones para que los reclusos se comuniquen con el exterior”.

El representante Jamie Raskin, demócrata del comité, dijo que los correos electrónicos demostraban que Maxwell estaba preparando una solicitud para que Donald Trump conmutara su sentencia .

Añadió que el denunciante informó al comité que Maxwell estaba recibiendo un trato preferencial en el centro, recibiendo ayuda adicional del director y con “tiempo especial para jugar con el perro de servicio”.

“La propia directora del centro penitenciario está ayudando directamente a la Sra. Maxwell a copiar, imprimir y enviar documentos relacionados con esta solicitud. El personal federal encargado de hacer cumplir la ley que trabaja en el campamento ha estado atendiendo a la Sra. Maxwell en todo momento”, escribió el Sr. Raskin.

Su inesperado traslado al campo penitenciario femenino indignó a las familias de las víctimas de Epstein y a algunas reclusas.

Antes de su traslado, Maxwell fue entrevistada por Todd Blanche, el fiscal general adjunto del Sr. Trump, en la que describió al presidente como un “caballero en todos los aspectos”.

La entrevista, realizada en un momento en que el Sr. Trump estaba bajo presión para explicar su relación con Epstein y el posterior traslado a prisión, dio lugar a acusaciones de encubrimiento.

Los internos del campamento penitenciario de Bryan se benefician de una baja proporción de guardias por interno, un vallado perimetral limitado o inexistente y la opción de inscribirse en un programa de adiestramiento de cachorros.

Elizabeth Holmes, fundadora de Theranos, la empresa tecnológica que se derrumbó tras un escándalo de fraude, cumple una condena de 11 años en dicha prisión.

Los nuevos correos electrónicos publicados el miércoles por el Congreso suscitaron nuevas preguntas sobre el conocimiento que tenía el Sr. Trump de los crímenes de Epstein.

En un intercambio con Maxwell, el pedófilo sugirió que el Sr. Trump pasó “horas” en su casa con Virginia Giuffre, su víctima de más alto perfil.

“Quiero que se den cuenta de que el perro que no ha ladrado es Trump; [una víctima] pasó horas en mi casa con él y nunca se le ha mencionado”, escribió el Sr. Epstein.

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En un correo electrónico marcado como de alta importancia y enviado unas horas más tarde, el 2 de abril de 2011, Maxwell respondió: “He estado pensando en eso…”

El señor Trump tenía una estrecha relación con Epstein, pero ha afirmado que nunca estuvo al tanto de sus crímenes y que cortó todo contacto con él años antes de que el financiero se declarara culpable de delitos sexuales en 2008.

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