Al menos 113 personas han perdido la vida y más de 150 resultaron heridas en un devastador incendio que tuvo lugar en un salón de bodas en Al Hamdaniya, Iraq. Según las autoridades, el incidente fue provocado por el uso de fuegos artificiales y bengalas en el lugar, calificándolo como un “accidente”.
La mayoría de los heridos sufrieron quemaduras y problemas respiratorios y fueron trasladados a hospitales en la región de Nínive y el Kurdistán. Ante esta tragedia, se han emitido órdenes de detención contra los propietarios del salón de bodas.
El gobernador de la región de Nínive admitió que el número de víctimas podría aumentar a medida que continúen las labores de rescate y búsqueda. Como señal de duelo y solidaridad, el primer ministro de Iraq ha decretado tres días de luto a nivel nacional y ha anunciado la creación de un comité de investigación para esclarecer los hechos.
Este trágico incidente ha puesto de manifiesto la corrupción y negligencia de las autoridades iraquíes, ya que se ha descubierto que la sala de bodas carecía de sistemas de alarma y extintores de incendios. Además, la construcción del lugar con materiales inflamables fue una clara violación de las normas de seguridad.
El fuego se propagó rápidamente y provocó el colapso de partes del salón de bodas, lo que generó pánico y estampidas en la salida, según testimonios de testigos presenciales. Entre los afectados se encuentra una persona que perdió a su hija y tres nietos en esta tragedia.
Esperamos que este lamentable suceso marque un punto de inflexión en la atención a la seguridad y el cumplimiento de las normas en Iraq, evitando tragedias similares en el futuro.
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