La Península de Nicoya Buzzy es una reserva natural en Costa Rica
En agosto de 2020, en medio de un bloqueo, Costa Rica anunció su trigésimo parque nacional. La antigua isla prisión de San Lucas frente a Puntarenas frente a la costa del Pacífico es un paraíso para los monos, murciélagos, arañas, serpientes, venados, faisanes, martillos, mantarrayas y tortugas marinas.
Esta noticia fue un poderoso recordatorio de que el planeta sigue siendo la principal prioridad más allá de la pandemia y que el país está comprometido a proteger su hábitat natural, por su propio bien y por frenar el cambio climático. El ecoturismo ha jugado un papel principal en esto y ha ayudado a financiar la conservación de los bosques nubosos esenciales de Monteverde y las selvas remotas de la Península Ártica, así como sitios populares como los Parques Nacionales de Tortuguero y Manuel Antonio. Y aunque los países de todo el mundo han adoptado un enfoque del turismo similar al de Costa Rica, es posible que los ciudadanos no jueguen un papel tan importante en ningún lugar como las autoridades. La preservación es un asunto nacional aquí.
A solo 140 millas de la capital San José y de la lancha San Lucas se encuentra la Península de Nicoya, donde un grupo de nómadas locales e internacionales se han reunido durante las últimas dos décadas para crear una comunidad de pensadores con visión de futuro. . Su hogar, en una zona verde del noroeste del país, tiene varias playas hermosas y un puñado de pueblos donde vida pura (el mantra nacional para vivir una vida sencilla) es otro personaje. Desde Tamarindo (también conocido como Tama) hasta Santa Teresa y Malpaís, hay villas y pequeños hoteles bellamente diseñados, tiendas y escuelas de surf, estudios de arte y manualidades, restaurantes que defienden la comida costarricense y bares de playa donde los DJs mezclan salsa, soca y calipso.
Todo esto también está a solo unos pasos de la naturaleza salvaje y te dice cómo se hace todo. Aquí hay cinco etapas, agitadores, pensadores y tomadores de decisiones:
Gabriela Valenzuela-Hirsch es artista y diseñadora. Su trabajo ha sido exhibido en el Design Museum de Londres y en el Smithsonian’s Cooper-Hewitt Museum de Nueva York.
“Yo soy tica [Costa Rican], nacido en San José de una familia de artistas y creadores. Regresé a Costa Rica en 1996 como parte de una especie de acuerdo prenupcial. Antes de casarnos, mi esposo Jerry me hizo comprometerme con un plan de vida que le permitiría retirarse a una edad temprana para que pudiéramos escapar a un lugar especial de surf por el resto de nuestras vidas. Su negocio de moda en Nueva York, Go Silk, floreció. Había vestido a Mick Jagger, Michael Jackson y Glenn Close. Pero cuando cumplió 40, vendimos todo y fuimos en busca de una escapada completa para surfear. Compramos un hermoso terreno justo en la playa, a unos pasos del agua.
Pionero de las redes sociales. Defensor de Internet. Gurú de los zombis. Aficionado al café. Especialista en la web. Practicante de alimentos. Ninja musical de por vida