El juez del caso Negreira ha decidido imputar al presidente del Barça, Joan Laporta, por pagos realizados al exvicepresidente del CTA entre 2008 y 2010, que constituyen un delito de cohecho continuado. El magistrado no está de acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción, que excluyó a Laporta de la denuncia al considerar que los hechos habrían prescrito. Sin embargo, el plazo de prescripción para este delito es de diez años desde el último pago, por lo que los presidentes y directivos del Barça pueden ser investigados desde julio de 2018.
El juez también ha imputado a los otros dos expresidentes del club, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, por estos pagos. Se cree que los pagos beneficiaron al FC Barcelona en detrimento de otros clubes de la Liga de Primera División o de sus rivales en la Copa del Rey. Este delito de cohecho continuado se atribuye a todos los presidentes que se sucedieron en el Barça, ya que la parte “pagadora” siempre fue el club.
La defensa del Barça y de los directivos investigados han recurrido la imputación por cohecho, alegando que Negreira no puede ser considerado funcionario. Además del delito de cohecho continuado, se les atribuyen otros delitos como corrupción deportiva, administración desleal y falsedad en documento mercantil. Esta imputación ha generado una gran polémica en el mundo del fútbol y se espera que el caso tenga repercusiones tanto a nivel deportivo como institucional.
Se espera que próximamente se lleve a cabo el juicio para determinar la responsabilidad de los imputados y las posibles sanciones a las que podrían enfrentarse. Mientras tanto, la afición del FC Barcelona se muestra preocupada por esta situación y exige transparencia y honestidad en la gestión del club. Seguiremos informando sobre los avances de este caso que ha sacudido al mundo del fútbol español.
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