Un equipo de investigadoras del Vall d’Hebron Instituto de Oncología ha realizado un importante descubrimiento que podría revolucionar la detección del cáncer de mama. El estudio fue motivado por la preocupación de una paciente que temía haber transmitido la enfermedad a su bebé durante la lactancia.
Las investigadoras tomaron muestras de leche materna de mujeres antes del diagnóstico de cáncer de mama y encontraron ADN tumoral circulante. Esto significa que la leche materna contiene ADN de tumores de mama. Sorprendentemente, se encontró la misma mutación en el ADN de la leche materna que en los tumores.
Estos hallazgos sugieren que la leche materna podría utilizarse como una biopsia líquida para diagnosticar el cáncer de mama en etapas tempranas. Para corroborar estos resultados, se planea llevar a cabo un estudio más amplio utilizando muestras de leche materna de 5.000 mujeres sanas.
Si los resultados de este estudio son positivos, se podría implementar un cribado utilizando la leche materna en todas las mujeres después del parto, similar a la prueba del talón en los recién nacidos. El objetivo sería detectar el cáncer de mama en una fase más temprana, lo que aumentaría significativamente las posibilidades de curación.
Este hallazgo ha generado gran entusiasmo en el campo de la oncología, ya que proporcionaría una forma no invasiva y sencilla para detectar el cáncer de mama. Además, sería una herramienta especialmente útil en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, ya que otras técnicas de detección pueden ser más difíciles de realizar.
El Vall d’Hebron Instituto de Oncología está trabajando arduamente para llevar a cabo este estudio a gran escala y espera poder confirmar la utilidad de la leche materna como una herramienta de diagnóstico. Si los resultados son positivos, este descubrimiento podría marcar un antes y un después en la lucha contra el cáncer de mama.
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