Si bien la llegada de nicaragüenses ha continuado desde la crisis sociopolítica de abril de 2018, ha disminuido levemente en 2020 debido al COVID-19, el número de nuevos solicitantes de asilo aumentó significativamente en relación con las elecciones presidenciales de noviembre de 2021 en Nicaragua. . Según el informe Tendencias Globales 2021 de ACNUR, a fines de junio de este año, Costa Rica era el cuarto receptor más grande del mundo de nuevas solicitudes de asilo individuales, y los ciudadanos nicaragüenses han registrado más de 100,000 solicitudes de asilo. En 2022, Costa Rica albergaba a aproximadamente 253.800 refugiados y solicitantes de asilo, de los cuales el 88 por ciento eran nicaragüenses, seguidos de venezolanos, cubanos y colombianos. En julio, Costa Rica experimentó un aumento en el tráfico mixto, especialmente en el número de venezolanos que llegan desde Panamá. La mayoría de los venezolanos ingresan al país de manera irregular debido a las restricciones de visa actuales y tratan de llegar al norte lo más rápido posible. Pero los nuevos cambios migratorios introducidos por los Estados Unidos de América en octubre dejaron varados en Costa Rica a cientos de venezolanos con necesidades muy urgentes y pocos recursos. A pesar de los esfuerzos del gobierno, estas llegadas continuas han ejercido una presión significativa sobre los sistemas nacionales, incluidos los de educación, salud, seguridad social y asistencia legal. ACNUR continúa ayudando al gobierno de Costa Rica en su respuesta a los refugiados apoyando el sistema de asilo y proporcionando asistencia humanitaria, seguridad social y oportunidades de subsistencia a los más vulnerables.
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