Estallan disturbios en el infame Barrio La Carpio de San José de Costa Rica:
Hace poco más de dos semanas, un estimado de 800 familias llegaron a La Carpio para tomar un terreno baldío al lado del distrito de San José. La propiedad vacía es parte del depósito de residuos de San José, es decir, un vertedero.
Los ocupantes llegaron de todo San José y recibieron una advertencia en las redes sociales sobre la posibilidad de instalarse en un país libre. Todos son familias pobres, en su mayoría inmigrantes de Nicaragua. La Carpio está compuesto por un estimado de 90% de personas nicaragüenses.
Cientos de policías municipales, antidisturbios, policías de caballería y policías de inmigración llegaron esta mañana para desalojar a las familias.
Las autoridades comenzaron a deshacerse de tiendas de campaña y estacas que demarcaban posibles límites de propiedad, y la mayoría de las 2.000 personas allí recogieron sus propiedades y se fueron tranquilamente. Otros armados con cuchillos de jungla y otras armas trataron de aguantar.
El enfrentamiento con las autoridades se extendió luego a las calles de La Carpio. Grupos de hombres y mujeres jóvenes arrojaron piedras y botellas a la esquina de esquina a esquina en una batalla en torno a las autoridades. Esta batalla aún está en curso.
La policía ha bloqueado el único camino a La Carpio para evitar el ingreso de otras personas a favor de la manifestación.
La Carpio es conocida como una “zona de exclusión” para los forasteros, especialmente la policía, si no hay muchos de ellos.
Esa reputación, al menos para los de afuera, no es mi realidad. Como gringo obvio, a menudo visito La Carpio. De hecho, estuve allí el sábado con un amigo profesor de la Universidad de Georgetown disfrutando de una cerveza y viendo un partido de fútbol en un comedor local de 8 plazas. Un amable caballero todavía con su ropa de trabajo incluso nos invitó a ambos a una cerveza y nos agradeció por visitar “su barriot”.
La situación actual en La Carpio sigue evolucionando. Esperemos que termine pronto en paz gracias a las familias trabajadoras de La Carpio que solo quieren vivir en paz y mantener a sus familias.
Propenso a ataques de apatía. Quien quiera ser pensador. Lector exasperantemente humilde. Evangelista musical