El Real Madrid contra el Manchester City se ha convertido en una de las mayores rivalidades de la Champions League. Un encuentro que siempre depara emoción, un partido que siempre implica mucho.
Para algunos, lo que estaba en juego no podía haber sido más alto el miércoles por la noche en el Bernabéu, pero la forma en que se desarrollaron los 90 minutos fue poesía en movimiento para el City, similar al If de Rudyard Kipling.
Una historia sobre la resiliencia y la virtud, dos cualidades necesarias para derrotar a los ganadores seriales de Europa.
Como dice el poema: «Si puedes mantener la cabeza fría, cuando todos a tu alrededor la pierden», y con una victoria en cinco partidos de Liga, Xabi Alonso tenía una presión real para cumplir.
Cabe señalar que, si bien el City se enfrenta a Los Blancos por decimoquinta vez, este sigue siendo un equipo de Pep Guardiola en transición.
Los jugadores jóvenes estuvieron por primera vez en el Bernabéu y se metieron en un hervidero de expectativas donde los aficionados locales están perdiendo la paciencia.
Sin embargo, aunque el caos reinó para el Real, los visitantes se mantuvieron tranquilos, serenos y diligentes en su defensa y vinieron de atrás para asegurar los puntos.
A pesar de estar diezmado en defensa y de que Kylian Mbappé solo estuvo en el banquillo, el Real Madrid aún contaba con una alineación repleta de megaestrellas.
El conocido protagonista Rodrygo marcó su gol obligado contra el City y Vinicius Junior resopló y resopló, pero fue Nico O’Reilly, del norte de Manchester, quien se llevó el premio al jugador del partido.
El joven de 20 años no sólo marcó el gol del empate, sino que también participó en despejes vitales y fue consistente en los contraataques del City.
Celebrar a uno de los suyos es algo habitual para la afición del City, y Phil Foden, del Stockport, es prueba de ello. La victoria sabe aún mejor cuando un chico local, recién graduado de la cantera, ha sido tan crucial para el triunfo, y por eso fue una noche para brindar por O’Reilly, de Moston.
Sin inmutarse en uno de los estadios más imponentes del mundo, la actuación controlada del centrocampista convertido en lateral izquierdo fue vital para que el City se llevara los tres puntos.
El Real Madrid puede estar dirigiendo su propia telenovela, pero O’Reilly vivió uno de los poemas más atemporales de la literatura:
‘Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella, Nico,
Y lo que es más, serás un hombre, hijo mío.