Los científicos han confirmado la primera muerte relacionada con una alergia grave a la carne causada por la picadura de una garrapata. El hombre, que murió en 2024 después de comer una hamburguesa, tenía el síndrome alfa-gal , una enfermedad desencadenada por picaduras de garrapatas que provoca que las personas desarrollen reacciones anafilácticas a la carne roja y otros productos de origen animal.
El caso del hombre se detalló en un artículo publicado esta semana en la revista Journal of Allergy and Clinical Immunology: In Practice . Según los investigadores, el hombre comenzó a vomitar horas después de comer una hamburguesa en una barbacoa en Nueva Jersey.
Dos semanas antes de morir, el hombre había experimentado una reacción alérgica a un filete. «La tragedia es que no pensaron en ese episodio como una anafilaxia y, por lo tanto, no lo relacionaron con la carne de res en ese momento», dijo el coautor del estudio, Thomas Platts-Mills, alergólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia, quien ayudó a descubrir el síndrome alfa-gal y diagnosticó el caso de Nueva Jersey, en una entrevista con NBC News .
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El síndrome alfa-gal causa reacciones alérgicas a una molécula de azúcar presente en la carne. Sin embargo, se diferencia de otras alergias alimentarias en que la reacción suele ser tardía: las personas pueden sentirse mal horas después de comer carne y los síntomas pueden confundirse con una intoxicación alimentaria. Con mayor frecuencia, la causa es la picadura de la garrapata estrella solitaria, aunque las picaduras de otras garrapatas también pueden causar el síndrome
Los científicos sospechan que muchas personas con síndrome de alfa-gal pueden no saber que lo tienen; en el caso del hombre, los científicos tardaron meses en descubrir que tenía el síndrome y que había muerto a causa de él. Y debido a los inviernos cada vez más cálidos, las picaduras de garrapatas son cada vez más comunes durante todo el año.
Las personas que sospechan que pueden tener el síndrome pueden hacerse una prueba para confirmarlo. Si bien no existe una cura para el alfa-gal, los científicos recomiendan que las personas con esta afección eviten todos los productos cárnicos, así como los lácteos, la gelatina y algunos medicamentos elaborados con estos productos.