La NASA trae a la Tierra restos de Bennu, el asteroide que puede impactar con nuestro planeta en 2182
La nave espacial OSIRIS-REx de la NASA tiene previsto llevar a cabo una importante operación que consiste en dejar caer una cápsula con muestras del asteroide Bennu en un desierto de Utah, Estados Unidos. El acontecimiento está programado para este domingo y se espera que tenga un gran impacto en la comunidad científica.
La operación es extremadamente compleja y su éxito ayudará a predecir el comportamiento del asteroide cuando se acerque a la Tierra en el año 2182. Bennu es considerado uno de los asteroides más antiguos que existen, incluso más antiguo que el Sol. Además, se estima que existe un 0,037% de posibilidades de que colisione con nuestro planeta el 24 de septiembre de dicho año.
La nave espacial OSIRIS-REx lleva consigo 250 gramos de materiales recolectados de Bennu durante su misión en 2020. Esta semana, fue avistada acercándose a la Tierra por primera vez, lo que ha generado gran expectación en la comunidad científica.
El objetivo principal de esta misión es recopilar información relevante para predecir de manera más precisa el comportamiento de Bennu en el futuro. De esta manera, se espera obtener datos de gran utilidad para la protección de nuestro planeta ante posibles colisiones con asteroides.
En el marco de este acontecimiento, se realizarán explicaciones detalladas sobre la importancia y relevancia de la misión de OSIRIS-REx. Asimismo, se brindarán respuestas a preguntas relacionadas con la peligrosidad del asteroide y los posibles riesgos que podría representar.
Cabe destacar que la misión de OSIRIS-REx fue diseñada con el propósito de enviar una nave espacial a Bennu con el fin de estudiarlo y traer muestras de su superficie a la Tierra. Para lograr esta tarea, se han identificado varias fases críticas en el regreso de la nave a nuestro planeta. Entre ellas, se encuentra la separación exitosa de la cápsula con las muestras de Bennu, así como el aterrizaje seguro en el desierto de Utah.
La información obtenida de Bennu será analizada minuciosamente con el objetivo de predecir de manera más precisa su comportamiento en el futuro. Además, se explorará la posible utilidad de los asteroides en futuros viajes al espacio profundo.
Bennu es un asteroide de gran magnitud, con un peso estimado de 78,000 millones de kilos. Asimismo, viaja a una velocidad aproximada de 100,000 kilómetros por hora y tiene un diámetro de 500 metros. Sorprendentemente, su formación se remonta a hace más de 4,500 millones de años.
Aunque las posibilidades de que Bennu colisione con la Tierra son muy bajas, en caso de que esto ocurra, el impacto sería devastador, equivalente a una explosión de 1,200 megatones de energía.
La operación de la nave espacial OSIRIS-REx en el desierto de Utah será seguida de cerca por la comunidad científica. Sin duda, esta misión representa una gran oportunidad para obtener valiosa información sobre los asteroides y reforzar nuestras medidas de protección planetaria.