Las autoridades polacas planean acusar a dos ucranianos de sabotaje de carácter terrorista en nombre de Rusia por una explosión que dañó una vía férrea utilizada para entregas a Ucrania, dijeron fiscales el miércoles.
Según las autoridades, los dos sospechosos abandonaron Polonia y cruzaron a Bielorrusia inmediatamente después de perpetrar el atentado del fin de semana contra una línea férrea que conecta Varsovia con la frontera ucraniana. Las autoridades polacas alegan que los dos ucranianos llevaban tiempo colaborando con los servicios secretos rusos.
Varias personas más han sido detenidas en relación con la explosión del tren, según informaron los fiscales el miércoles. No proporcionaron más detalles.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, describió la explosión como un “acto de sabotaje sin precedentes”. El ministro de Asuntos Exteriores, Radek Sikorski, afirmó que se trataba de “un acto de terrorismo de Estado”.
La explosión dañó las vías férreas cerca de Mika, a unos 100 kilómetros (60 millas) al sureste de Varsovia. No hubo heridos.
En otro incidente ocurrido durante el fin de semana, se destruyeron líneas eléctricas en la misma vía férrea en el área de Pulawy, a unos 50 kilómetros (30 millas) de Lublin, en el este de Polonia.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, afirmó el miércoles que los funcionarios ucranianos también creen que el sabotaje tiene un “vínculo ruso”.
“A nadie, excepto a los rusos, le interesa esto”, añadió Zelenskyy, tras hablar con Tusk.
Dijo que Ucrania proporcionaría a Polonia toda la información necesaria y que se crearía un grupo de trabajo polaco-ucraniano para prevenir el sabotaje ruso.
Funcionarios occidentales han acusado a Rusia y a sus aliados de perpetrar decenas de ataques y otros incidentes en toda Europa desde la invasión de Ucrania hace más de tres años, según datos recopilados por Associated Press. El objetivo de Moscú, afirman los funcionarios occidentales, es minar el apoyo a Ucrania, sembrar el miedo y dividir a las sociedades europeas.
El gobierno polaco anunció el miércoles que desplegará hasta 10.000 soldados para apoyar a la policía en la defensa de infraestructuras críticas en toda Polonia.
Sikorski anunció el miércoles que ordenará el cierre del último consulado ruso que aún opera en el país en respuesta al ataque.
“En relación con esto, aunque no será nuestra respuesta completa, he decidido retirar el consentimiento para el funcionamiento del último consulado ruso en Gdansk”, dijo.
Otros dos consulados, en Cracovia y Poznan, habían cerrado en los últimos años. La embajada rusa en Varsovia permanece abierta.
En respuesta, Moscú “reducirá la presencia diplomática y consular de Polonia en Rusia”, según declaró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, citada por la agencia estatal de noticias RIA Novosti.
Al ser preguntado sobre las declaraciones de Sikorski, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó que las relaciones de Rusia con Polonia “se han deteriorado por completo”.
“Esto es probablemente una manifestación de esta degradación, del deseo de las autoridades polacas de reducir a cero cualquier posibilidad de relaciones consulares o diplomáticas. En este caso, solo cabe expresar pesar”, declaró Peskov a los periodistas durante su conferencia telefónica diaria.