Costa Rica emitió el jueves dos préstamos oficiales de apoyo presupuestario con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por valor de $ 500 millones.
El primer préstamo, 250 millones de dólares, se utilizará, según el Departamento del Tesoro, para una emergencia de salud causada por la pandemia Covid-19 para apoyar hogares y negocios.
El segundo son las reformas estructurales en el sector tributario, que aumentarán la eficiencia del sistema tributario y el gasto público.
“Confiamos en que estas acciones contribuirán a la estabilización de las finanzas públicas y la estabilidad económica”, dijo el ministro de Finanzas de Costa Rica, Elian Villegas, en una ceremonia con el director del BID, Fernando Quevedo, de Centroamérica.
El período de amortización de los préstamos es de siete y 20 años, respectivamente, y el período adicional es de tres y cinco años y medio. Ambos créditos aún no han sido aprobados por la Asamblea Legislativa de Costa Rica.
Para el 10 de junio, el Congreso ya había dado luz verde a un nuevo proyecto de ley sobre dos créditos de $ 600 millones: 300 millones también al BID y otros 300 del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
El Banco Interamericano de Desarrollo es una de las fuentes de financiamiento de largo plazo para proyectos económicos, sociales e institucionales en América Latina y el Caribe.
En marzo de 2021, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó más de $ 1,750 millones en crédito a Costa Rica para apoyar una economía que terminó el año pasado con un déficit del gobierno general del 8,7 por ciento y una deuda de casi el 70 por ciento de su PIB.
A cambio, Costa Rica se ha comprometido con un plan de ajuste fiscal para los próximos tres años.
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